El cutting no tiene intención suicida y hace referencia a la destrucción directa y deliberada de la propia superficie corporal. Consiste en cortarse la piel con una navaja u otro objeto afilado dejando marcas. Esta definición, excluye cualquier comportamiento que supongan daños indirectos como por ejemplo los tatuajes. En este artículo te ayudaremos a entender a una persona que se autolesiona y como poder ayudarla.
La presencia de cutting o conductas autolesivas entre los jóvenes constituye un problema de creciente interés tanto para los profesionales de la salud como para la población en general. Concretamente, el interés ha aumentado debido al alto valor predictivo que existe entre el cutting y la consecución del suicidio. Especialmente en adolescentes que no tienen seguimiento terapéutico. Un factor que explica el cutting puede ser la dificultad para gestionar emociones o la impulsividad de la persona.
Autolesiones y cutting ¿Qué es?
Las conductas autolesivas en general explican todos los actos que una persona puede auto aplicarse para hacerse daño. En este caso se pueden incluir cortes, quemaduras, sobre ingestas de medicamentos, envenenamientos, golpes…Cuando hablamos de cutting específicamente, nos referimos a la práctica de cortarse o rasgarse diversas zonas del cuerpo. En la actualidad está práctica se ha puesto de moda entre los jóvenes y por ello le hacemos especial alusión.
En la población general, los cortes en las muñecas y antebrazos constituyen el método más prevalente. En Europa 1 de 4 jóvenes refiere haberse autolesionado alguna vez en su vida. Además, y lo que es más preocupante, en la mayoría de los casos estas lesiones son recurrentes.
Autolesiones a lo largo de la vida
El uso de autolesiones o cutting pueden darse a lo largo de toda la vida, no se trata de una cuestión de jóvenes. Aunque si es cierto que la proporción es más alta en esta franja de edad. Sin embargo, es conveniente conocer que ocurre a las diferentes edades para poder detectar precozmente los actos autolesivos.
En la infancia las autolesiones son poco habituales y su aparición a veces se asocia a síndromes más complejos como la esquizofrenia o el autismo. La adolescencia es el periodo de más vulnerabilidad, la edad de inicio se encuentra normalmente entre los 12 y los 16 años. Probablemente porque en esta época existen niveles elevados de impulsividad y reactividad emocional asociados a grandes cambios cerebrales. Se debería prestar especial atención a las conductas de los jóvenes entre 11 y 13 años y poder hablar con ellos de la existencia de este tipo de prácticas.
De manera general los jóvenes que se autolesionan suelen presentar algún trastorno psicopatológico, y muchos de ellos necesitan ser atendidos en contextos clínicos. La prevalencia de autolesiones decae en la edad adulta, sobre todo a partir de los 29 años donde el cerebro esta más formado. Sin embargo, pueden darse en personas con depresión crónica.
Factores de Riesgo que pueden provocar que una persona se autolesione
El primer factor de riesgo es el género, ya que, las mujeres tienen mucha más probabilidad de comentar conductas autolesivas que los hombres. Predominando sobre todo el cutting con cortes en los brazos, piernas o tórax. Es posible que estén asociadas a una mayor sintomatología depresiva, baja autoestima o desrregulación emocional en las mujeres.
El siguiente factor a tener en cuenta, es la dificultad para gestionar las propias emociones. Como método de prevención te recomendamos que seas consciente de como las personas de tu alrededor se enfrentan a las situaciones de estrés y que métodos utilizan para autorregularse. Eso te ayudará a detectar si la persona se desborda y no puede reducir su propio malestar.
Por otro lado, las personas con baja autoestima o con pensamientos negativos sobre si mismo y sobre el mundo tiene más probabilidad de autolesionarse. Suelen ser personas que utilizan frases despectivas y globales para referirse a ellas mismas como “Soy un desastre” o “Nada me sale bien”.
Otro elemento a tener en cuenta es el consumo de drogas. Ya que, puede estar funcionando como un desinhibidor de la conducta autolesiva o como una estrategia para afrontar el estrés. Por último y en cuanto a los factores de riesgo psicosociales, es vital tener en cuenta si el paciente vive conflictos interpersonales, como conflictos familiares o acoso escolar. El acoso escolar se ha visto que predispone en gran medida a utilizar cutting u otras conductas autolesivas.
¿Cuál es la función del cutting o las autolesiones?
Las conductas autolesivas pueden utilizarse como mecanismos de defensa para sobrellevar una determinada situación o cumplir otras funciones a niveles personal o social. A continuación verás 4 de las principales funciones de las conductas autolesivas.
Evitación experiencial. Las autolesiones se utilizan para regular emociones que les desbordan. Es tal el malestar y dolor que sienten que tratan de reducirlo a través del cutting. La autolesion les alivia el malestar.
Refuerzo intrapersonal. También se pueden utilizar las autolesiones como generadoras de placer ante otras situaciones como el aburrimiento
Refuerzo social. el cutting es una buena manera de mostrar el malestar fuera, a través de sus marcas pueden buscar apoyo u atención de sus personas cercanas.
Control intrapersonal. Y la última explicación que se ha dado, es que algunas personas utilizan las autolesiones como modo de evitar responsabilidades sociales que no pueden atender.
¿Cómo ayudar a una persona que utiliza cutting o se autolesiona?
Lo primero que puedes hacer si ves que uno de tus allegados tiene cortes, arañazos o tienes indicios sobre otro tipo de autolesiones es no culpabilizarle ni dramatizar por ello. Preocuparte de un modo cercano y asertivo hará que la otra persona pueda abrirse y explicarte más sobre ello. Es muy importante que puedas ayudarle a expresar el malestar que le ha llevado a autoinflingirse ese daño.
Después de ayudarle a expresar su malestar, sería conveniente que le propusieras buscar ayuda psicológica o psiquiátrica que le pueda ayudar a llevar ese malestar.
En las sesiones de terapia se le ayudará a través de técnicas de mindfulness a tener una conciencia plena sobre su propio cuerpo. Asimismo, a poder hacer una lectura corporal de su propio cuerpo sin tenerle miedo a las sensaciones físicas.
Por otro lado, el terapeuta le ayudará a empoderarse, ayudándole a rastrear los recursos emocionales y cognitivos y experiencias positivas que le permitan gestionar su malestar de un modo muchos más sano. Así mismo, es muy conveniente con personas que se autolesionan enseñarles técnicas de resolución de problemas, que les permitan contar con otros recursos además de las autolesiones ante situaciones adversas.
"Del sufrimiento emergieron las almas más fuertes, los caracteres sólidos tienen cicatrices ". Khalil Gibran
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