Las emociones son un aspecto muy importante en la vida de las personas. Se han llevado a cabo diversas investigaciones sobre las emociones, debido a su importancia y novedad en psicología se describen dos descubrimientos:
La universalidad de las expresiones faciales de la emoción.
La existencia de microexpresiones.
A partir de estos descubrimientos se han creado programas de intervención que enseñen a leer las expresiones faciales de la emoción.
DOS IMPORTANTES DESCUBRIMIENTOS CIENTÍFICOS
La universalidad de las expresiones faciales de las emociones
Darwin (1872) fue el primero en sugerir que las emociones eran universales, y que las emociones y sus expresiones eran biológicamente innatas, evolutivamente adaptativas y que las similitudes existentes entre ellas podrían contemplarse desde un punto de vista filogenético. En esta época se creía que las expresiones faciales son específicas de la cultura, esto quiere decir que así como cada cultura tiene su propio lenguaje verbal, también tiene su propio lenguaje de expresiones faciales.
Tomkins (1962,1963) sugirió que la emoción era el conocimiento de la motivación humana y que la base de la emoción estaba en el rostro. Tomkins fue el primero en realizar el primer estudio que demuestra que las expresiones faciales se asocian fielmente a ciertos estados emocionales.Friesen (1972) documento que personas de diferentes culturas, en reacción producían espontáneamente las mismas expresiones faciales de emoción. Los estudios de universalidad se llevaron a cabo gracias a que Tomkins reclutara a Paul Ekman y Carroll Izard.
Elfenbein y Ambady (2002) llevaron a cabo un meta-análisis de 168 conjuntos de datos en cual se examinaron los juicios emitidos por diferentes individuos al observar expresiones faciales de la emoción y otros estímulos no verbales. Los autores concluyeron que existe un reconocimiento de emociones universales muy por encima de los niveles de azar. Así pues hay una fuerte evidencia de la universalidad de las expresiones facial de siete emociones: ira, desprecio, asco, miedo, alegría, tristeza y sorpresa. Otras evidencias dicen que las emociones no faciales no tienen un origen biológico y genético.
Matsumoto y Willingham (2009), otro descubrimiento que apunta al componente genético de la expresión facial es que los comportamientos faciales de las personas ciegas son más concordantes con los de sus familiares que con los de personas desconocidas para ellas. En la misma línea algunas expresiones faciales, surgidas como respuestas a estímulos emocionalmente provocativos, son más parecidos entre gemelos monocigóticos que entre gemelos dicotigolico. En el sustento anatómico de la expresión facial, la musculatura facial existente en los seres humanos adultos es la misma que la existente en los recién nacidos, por lo tanto es completamente funcional al nacer.
Macroexpresiones
Son relativamente fáciles de observar, se producen cuando estamos solos, con la familia o con amigos íntimos. Las Macroexpresiones se dan cuando se desencadena una emoción y no existe ninguna razón que lleve al individuo a modificar encubrir su reflejo en el rostro, las expresiones características duran entre 0,5 y 4 segundos, haciendo participar a toda la cara, son relativamente fáciles de ver. (Ekman, 2003)
Microexpresiones
Las microexpresiones, son expresiones que aparecen y desaparecen del rostro en una fracción de segundo, a veces tan rápido como 1/30 de segundo. Se producen con tanta rapidez que la mayoría de gente no puede notarlas.
Las microexpresiones tienen su raíz en la hipótesis de inhibición de Darwin (1872) que sugiere que los movimientos faciales pueden producirse de manera involuntaria, incluso si el individuo está tratando de controlar su expresión. Existen dos vías neurales que median en las expresiones faciales, cada una procedente de una área diferente del cerebro:
El tracto piramidal: Impulsa acciones voluntarias fáciles y tiene su origen en la franja motora cortical.
El tracto extrapiramidal: Impulsa expresiones emocionales involuntarias y se origina en las áreas subcorticales del cerebro.
Cuando las personas se encuentran en situaciones intensamente emocionales, pero necesitan controlar sus expresiones, se activan ambos sistemas, que se enzarzan en una tira y afloja neural por el control de la cara, permitiendo la filtración rápida y fugaz de microexpresiones.
La existencia de microexpresiones se verificó, casi un siglo después de Darwin, por Haggard e Isaac (1966) durante el análisis a cámara lenta de grabaciones de sesiones de psicoterapia, más adelante Ekman y Friesen (1974) demostraron que existen las microexpresiones en un estudio en el cual ellos analizaron, fotograma a fotograma, diferentes grabaciones de entrevistas con pacientes deprimidos. Actualmente, Porter y ten Brinke (2008) han demostrado que surgen microexpresiones cuando los individuos intentan engañar acerca de sus expresiones emocionales.
“La palabra FELICIDAD perdería su sentido si no se equilibra con tristeza”. C. G. JUNG
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